Todas las acciones que una persona realiza son manifestaciones de sus valores y creencias. Todas las acciones comunican. ¿Qué comunica un profesional que apuesta por la formación? Comunica una actitud; la materia de la que está hechos los éxitos, el ingrediente fundamental para la excelencia.
Una persona que apuesta a lo largo de toda su vida por la formación es una persona que se para a reflexionar sobre su situación, que tiene el coraje de decir “no sé“ y toma la decisión de introducir un cambio en su vida, de transformarla por medio del aprendizaje.
Una persona que invierte tiempo y dinero en formación pone en evidencia que es una persona proactiva, que toma las riendas de su vida, que no se resigna, que no se limita a esperar. Una persona que invierte tiempo y dinero en formación demuestra que es una persona que se responsabiliza de su vida, que sabe lo que quiere, que es dueña de sí, que tiene una dirección.
Una persona que invierte tiempo y dinero en formación muestra que sabe diferenciar entre lo importante y lo urgente y opta por lo importante; que piensa en lo que podrá aportar a la sociedad por medio del aprendizaje y no solo en lo que este aprendizaje le podrá aportar a él.
Una persona que apuesta por la formación es una persona que observa, escucha, analiza y hace el esfuerzo de entender y de comprender qué es lo que se necesita, y busca aquello que pueda aportar más valor.
Un profesional que apuesta por la formación continua es una persona consciente de que la sociedad evoluciona muy deprisa y de que es necesario adaptarse a esta constante innovación. Un profesional que apuesta por la formación es una persona respetuosa con las nuevas demandas, que valora el trabajo en equipo y la innovación.
Una persona que apuesta por el aprendizaje es una persona que se conoce, que admite sus carencias, y se fija metas cada vez más ambiciosas. Un profesional que apuesta por la formación comunica su amor por la mejora continua, la materia de la que están hechos los éxitos, el ingrediente fundamental de la excelencia.
Artículo de Margarita Hernando de Larramendi publicado en Innovatia nº 44, la revista de ID-CESEM, Business School (Instituto de Directivos de Empresa)